El Filtro Antivirus y Antispam Avanzado de Kaspersky actúa directamente sobre los servicios de correo electrónico, antes de que el usuario pueda abrir el mensaje en su bandeja de entrada. Analizan los mensajes entrantes y salientes para detectar código malicioso, comprueban el tráfico HTTP y llegan a verificar, incluso, los datos de los programas de mensajería instantánea.
Gracias a un algortimo propio de Kaspersky, cualquier código sospechoso de los mensajes se contrasta, en tiempo real y en milisegundos, con los datos almacenados en una base de datos que recopila todas las amenazas detectadas a nivel mundial. Si el código es inofensivo, el mensaje es enviado y recibido sin problema. Sin embargo, si coincide con una de estas amenazas, el mensaje se intercepta antes de llegar a la bandeja de entrada del usuario, anulando cualquier riesgo y evitando su propagación.
A través de la configuración de los propios filtros, los usuarios retroalimentamos automáticamente este repositorio cuando señalamos que un determinado correo es sospechoso y, una vez que Kasperky certifica el riesgo, ese código se incluye en la base de datos en cuestión de horas, neutralizando cualquier posible amenaza.